miércoles, 25 de mayo de 2011

Valentía vs. Inconsciencia

No podemos evitar el miedo. Tampoco debemos avergonzarnos por tenerlo; en ocasiones es un mecanismo inteligente, que demuestra sensibilidad protectora hacia algo o alguien, ya sea algo externo o interno; es una reacción coherente y propia del espíritu humano. Se puede tener miedo de muchas cosas. Comenzamos de niños, con el miedo a la oscuridad (a lo desconocido), al "monstruo de debajo de la cama/armario" (miedo a lo que no podemos controlar), a que mamá no vuelva (al abandono). Son formas aparentemente simples del miedo. Lo curioso es que esos miedos quedan para siempre, no en forma de monstruos con garras, colmillos y mal aliento; peor aún, quedan unos monstruos interiores, callados, enfermizos. A estos miedos esencialmente egocéntricos se les van sumando con el tiempo otros que nuevos: a las dudas, al fracaso, a la soledad extrema, a la muerte, a perder a un ser imprescindible (que asusta más que la propia muerte)... No debemos avergonzarnos, ni enfrascarnos en la obsesión de analizarlos o eliminarlos. Ante el miedo tenemos dos opciones: que nos domine (fracasando así estrepitosamente) o enfrentarnos a él. Podemos fracasar, tropezar, equivocarnos...pero que nuca se diga que no lo intentamos. El valiente no es el que no tiene miedo, ese es un inconsciente, que actúa por impulso absurdo sin saber muy bien por qué, falto de humanidad. Valiente es el que se enfrenta a ese miedo, conociéndolo, observándolo, superándolo. No lo hace por instinto, sino por su más pura humanidad, por protección. Es totalmente consciente de su peligro, pero también de su fortaleza, humano en lo bueno y lo "malo".  Necesitamos los miedos para ser más humanos y madurar. Por lo tanto, no tengas miedo al miedo, no te escondas de él en una hipócrita y cobarde "valentía", en una inconsciencia inhumana y falsa. Coge aire, mira al miedo fijamente, conciencia-te, mantente firme atento a la oportunidad de vencerlo. Somos humanos, más o menos miedosos, pero jamás cobardes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario