lunes, 3 de octubre de 2011

Matrimonio (y III) o ¿No sabes que sin ti yo me muero?

Son frecuentes las discusiones de pareja. Por tonterías o por cosas serias, pero cada dos por tres hay pelea. Sin embargo hay algunas que marcan una diferencia, para bien o para mal. Conozco una caso que lo cambió todo para bien. 

Me contaron que, un joven matrimonio estaba empeñado en batir el récord en peleas. Cierto día llegó una que fue mucho más grave que las demás, y encima "era la gota que colmaba el vaso", o eso decía ella. La joven mujer siguió haciendo su vida al día siguiente, llena de orgullo y amor propio, sin hacer caso de las dolorosas cosas que se habían dicho su marido y ella el día anterior. Cuando después de trabajar volvía a su casa pensaba en como pasar olímpicamente de su marido, o mejor aún cantarle las cuarenta a ese desgraciado que no había sido ni para llamarla "¡que morro!" 
Abrió la puerta de su casa, adivinó que su pareja estaba sentada en el sofá "¡que sinvergüenza!" Se dirigió hacia allí hecha una furia, y cuando le pudo ver bien...vio que el tenía la cabeza apoyada sobre las manos, no tenía muy buen aspecto. Se miraron firmemente a los ojos, en silencio. 
-No vas a decirme nada- dijo ella en tono suave y entrecortado
-Yo...verás...a ti...- no encontraba las palabras, pero final se armó de valor y firmemente le dijo- ¿no sabes que sin ti yo me muero?

De primeras, puede parecer una exageración propia de alguien excesivamente romántico. Pero si lo pensamos detenidamente, así debe ser una relación de pareja. 

Cuando alguien decide compartir la vida con una persona, no es para que esa persona le de, le haga, le demuestre...es para, él mismo, donarse plenamente a esa persona; de forma que acabas siendo de ella, y la separación te llevaría a esa muerte en vida (no hablo de sentimentalismos, hablo de sufrimiento y vacío). 

Por algún motivo, decides darnos a una persona que te completa, te olvidas de ti mismo para servir a una persona que, desde el principio de los tiempos, ha sido pensada y creada para ti; de igual forma que tu has sido creado para ella. Y antes del noviazgo ya os esperáis mutuamente, aunque ni tan solo os hayáis conocido, pero ya os queréis, os buscáis. Y cuando por fin os encontréis, uno cuidará del otro, os respetaréis, seréis los mayores admiradores el uno del otro. Y poco a poco, te vas dando al otro, hasta darte por entero, con todo tu ser.

"¿No sabes que sin ti yo me muero?" ¿No sabes que la vida no es igual si no estás tú, que tú cambiaste todo cuando llegaste y ahora todo es mejor? ¿no sabes que tú eres lo más importante para mi? ¿no sabes que si no estuvieras mi vida poco a poco se derrumba y me sentiría arrancado de mí mismo?  ¿no sabes que tu eres lo que da sentido a mi vida? Perdóname todo, quédate hoy, déjame seguir metiendo la pata porque a veces me olvide de que soy de ti; quédate siempre, yo te daré todo lo que soy, y si hay algo que no te guste del todo ¡ayúdame a mejorar!  Déjame quererte bien, y decirte ¿no sabes que cuando estoy contigo es cuando estoy vivo