domingo, 18 de septiembre de 2011

Matrimonio (van II) o Lo Grande de-l Ser Humano

Un ser capaz de amar. Eso es ser humano. Esa es la diferencia. Es el espíritu.
Por eso todo lo que hacemos tiene sus consecuencias, su por qué y para qué. Porque estamos llamados a la Infinidad. 

Toda la naturaleza sigue su curso. El león se junta con la leona y tienen leoncitos, el gato con la gata y tienen gatitos,  algunas células se reproducen por mitosis, y luego están especies tales como los tubérculos (unos insulsos). Todo ello ocurre por instinto, por una especie de programación. No hay espíritu, no hay alma, no existe "un algo especial". Una vez "cumplen su misión", si te he visto no me acuerdo. 

El ser humano no "se reproduce", no hace la danza del apareamiento, no se multiplica al  arrancarse un brazo. El ser humano ama, se entrega, se da el mismo al otro en libertad (no, no se regala, que es muy diferente). Se reserva y se guarda para otro ser humano igual y complementario a el, y cuando llega el momento adecuado tras el verdadero compromiso, le da a eso otro su cuerpo, su alma, su corazón, su ser...no simple carnaza, no es "gustirrinín", es la perfecta unión de dos espíritus a través de sus cuerpos. Dos espíritus llamados a la perfección, al infinito, llamados a estar juntos, el uno en el otro. 

Por ello también, existe una exclusividad. La persona humana que descubre su vocación matrimonial (no existe la vocación golfa, ya hablaremos de eso) no se regala (ahora si, se regala a otro ser que no es suyo ni es de él, se "roban" y profanan mutuamente). Lo que somos pertenece entera y únicamente a "nuestro complementario", igual que nosotros le pertenecemos y le complementamos Por ello es perfecta unión. Y es exclusivo siempre, porque solo hay un él/ella, y solo hay un yo. Insustituibles, inigualables, inimitables. Exclusivos, entregados, Amados. 
Ahí reside la humanidad, es lo grande (y lo más bello) de ser humano. 

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