miércoles, 15 de junio de 2011

Sumida en el sueño

Hacía mucho tiempo que no soñaba. Tampoco he tenido pesadillas. Así que es agradable que después de semanas sin mi imaginación inconsciente esta haya vuelto de forma agradable. 
Llevo varias noches consecutivas soñando lo mismo: alguien nuevo, un entorno delicado, todo muy dulce y agradable, yo me siento muy bien con esa persona; me surgen problemas, pero me mantengo firme y serena, y me siento recompensada al volver a verle. El problema es que no tiene cara, ni nada de nada, no es una persona que me provoque una sensación, es más bien la personificación de una sensación. 
Me gusta buscar el sentido de lo que sueño, interpretarlo. Bien se sabe que esas historietas nocturnas son mensajes de nuestro subconsciente, formas de decirnos: esto es lo que realmente estás buscando, lo que necesitas. Por eso solemos deleitarnos tanto al recordarlo, incluso en ocasiones, nos sorprendemos con cosas que no imaginábamos que fueran con nosotros. Los sueños constituyen, a veces, toques de atención: un recordatorio, una advertencia, el anuncio de que algo va a cambiar, una especie de premonición... porque son, como ya he dicho, mensajes en toda regla. 
Me gustaría pensar que mi sueño, además de la personificación de un sentimiento que anhelo, es el anuncio de que algo nuevo y muy bueno llega. Sea lo que sea. 
Me gusta pensar que en mi día a día me pueda llegar a sentir tan bien como en ese sueño. Sin embargo, en dicho sueño, siempre es de noche. Que curioso. 
Me divierto tratando de descifrar el acertijo. ¿Volverá esa agradable sensación esta noche? ¿Llegara ese bienestar a mi vida?  

No hay comentarios:

Publicar un comentario